ETF de materias primas: merece la pena investigar

1. ¿Tiene activos reales o futuros?

Algunos ETF de metales preciosos compran materias primas físicas reales, como lingotes de oro o plata, y las almacenan en cámaras acorazadas seguras. Estos ETF suelen seguir de cerca el precio al contado de la materia prima en cuestión, ya que los metales pueden comprarse y venderse en el mercado al contado en cualquier momento.

Sin embargo, la mayoría de las materias primas -como el ganado, el petróleo y el trigo- son demasiado caras o voluminosas para que una ETF las transporte y almacene. En cambio, los ETF suelen invertir en estas materias primas a través de contratos de futuros. Son acuerdos para comprar una mercancía a un precio fijo en una fecha futura con el fin de vender el contrato antes de que venza, en lugar de poseer esa mercancía.

Como resultado, los gestores de ETF deben vender regularmente contratos que vencen y comprar nuevos contratos con fechas de vencimiento posteriores, con dos posibles consecuencias:

• Si los contratos próximos al vencimiento tienen precios más altos que los que vencen más tarde, los ETF venden a precios altos y compran a precios bajos en cada renovación de contrato, situación conocida como backwardation. Se produce cuando la demanda actual de una mercancía es superior, en relación con la oferta, a lo que los inversores esperan en el futuro.
• Por el contrario, si los contratos que están a punto de vencer se negocian a un precio inferior al de los contratos con una fecha de vencimiento posterior, los ETF venden barato y compran caro en cada renovación de contrato, situación conocida como contango. Esto ocurre cuando la demanda actual de una mercancía en relación con la oferta es inferior a lo que los inversores esperan en el futuro.

Aunque obviamente el contango no es lo ideal, los gestores de fondos suelen invertir en contratos de futuros con distintos vencimientos para mitigar sus efectos.

2. ¿Cuál es la volatilidad?

Los ETF de materias primas son notoriamente volátiles debido a las características de oferta y demanda de sus activos subyacentes, que pueden verse afectados significativamente por determinados acontecimientos. Un tiempo inusualmente frío o húmedo, por ejemplo, puede tener un impacto devastador en determinadas materias primas agrícolas, mientras que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) puede influir indebidamente en los precios del petróleo.

Una posible solución a este problema potencial son los ETF que siguen un índice de materias primas ampliamente diversificado. Sin embargo, el grado de diversificación varía en función del índice. Por ejemplo, el 61,5% del Índice de Materias Primas S&P GSCI está asignado al sector más volátil de la energía1 , mientras que la asignación del Índice de Materias Primas Bloomberg es solo la mitad, el 29,9%.

Conclusión

Invertir en ETF de materias primas puede ser una forma barata de diversificar tu cartera a largo plazo y protegerte contra la inflación. Sin embargo, si quieres tomar medidas tácticas a corto plazo, asegúrate de saber cómo está estructurado el ETF que estás considerando, ya que la volatilidad de un fondo concreto puede tener un impacto desproporcionado en tus perspectivas a corto plazo.